Ardillas

Las Ardillas no son presisamente la mascota ideal para tener dentro de una jaula, pero mucha gente que vive en zonas rurales, sabe que éste gracioso animalito, suele "autoadoptarse", ya que no desperdicia ninguna oportunidad en que se le ofrezca alimento, y aún de tomarlo sin permiso, cuando éste se encuentre a su alcance, aunque no fuera para ella, sino para un perro, para un pájaro, o para cualquier otra mascota de la casa.

Ardilla Roja Ardilla Común Ardilla Gris
 

 La ardilla roja de América, (la llamada Chickaree), además de ser el más pe­queño de los componentes de la vasta familia de los esciúridos, es quizá el más gracioso, organiza su vida a tenor del siguiente esque­ma: tres tipos de casa, dos tipos de almacenes. En un ambiente frecuentado por la zorra y donde no faltan rapaces diurnas y nocturnas, puede resultar útil cambiar improvisadamente de albergue y no dejarse ver por su antigua morada. Durante e  verano, puede ser sufi­ciente un nido abandonado, sometido a cual­quier reparación y adaptación; de noche se resguarda de rocío en un verdadero nido, en invierno para el largo sueño semiletárgico tiene bastante con el agujero de un árbol. Toda ardilla tiene a su disposición algunas habita­ciones de cada tipo. Los almacenes son de dos clases, pero numerosos: algunos son pequeños, contienen una ración de comida suficiente para un día, los otros notablemente mayores, se llenan en otoño con una cantidad de víveres suficiente para dejar transcurrir sin preocupa­ciones el invierno y los primeros meses de la primavera. De cualquier modo son tantas estas reservas, que hay quien ha pensado que las ardillas tuviesen la intención de transformarlas en viveros de plantas, para la repoblación forestal.

La ardiIIa gris ha comprendido que las mo­lestias de la vida silvestre podían evitarse con el traslado a la ciudad.

Las Ardillas se alimentan de nueces, piñones, bellotas, y avellanas. Son animalitos hiperactivos, que necesitan un gran espacio para vivir, por lo cual no son mascotas que puedan tenerse en una jaula, sin causarles una tristeza tal, que a menudo las lleva a la muerte, ya que es muy frecuente que, al verse en cautiverio se nieguen a comer hasta morir.

  
<< Aquí pueden apreciar a la ardilla coreana.

Éstas ardillas son como el resto de sus congéneres, sumamente inquietas, miden unos 15 cms. y tienen listas de color algo más oscuro desde su cabeza hasta la cola. La de la fotografía, se llama "Gordilla" y nos la envió Myriam.

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