Orígenes
Esta raza estuvo clasificada, y conocida como, Terrier
de Norwich. El Terrier de Norfolk de orejas caídas surgió en
Est Angua, un área de Inglaterra, y fueron durante cierto
tiempo muy populares entre los estudiantes de la Universidad
de Cambridge. Ambos perritos eran conocidos como Terriers de
Norwich desde alrededor de 1880. Eran probablemente una mezcla
de Terriers Cairn, Border e irlandés, y sus camadas tenían
características de ambos, de orejas erguidas y los otros caídas.
La
única diferencia entre los Terriers de Norfolk y Norwich hoy
en día sigue siendo las orejas. La autora distingue las dos
razas por el hecho de que las orejas del Noffolk son lisas
como el condado inglés de ese nombre, mientras que las de
Norwich son erguidas como las agujas de la catedral de
Norwich. El Terrier de Norfolk sólo ganó el reconocimiento
como raza independiente por la Sociedad Canina en Gran Bretaña
en 1964 y, en EE UU, hasta 1979 no se separaron las dos variedades.
Carácter y cuidados
A pesar de estar entre los Terriers más pequeños, el
Norfolk es descrito en el estándar de la Sociedad de su raza
como un demonio por su tamaño. Un perro sociable, este
encantador y resistente Terrier está siempre vigilante y no
tiene miedo, pero es bueno con los niños, tiene un
temperamento equilibrado y es un buen animal de compañía
para aquellos que estén dispuestos a ejercitarlo. Disfruta
yendo a un día de caza, y sus honorables heridas no deben
echarnos atrás para el ring. Requiere un cepillado diario, y
un cierto arreglo es toda la preparación que necesita para
exhibirlo.
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