País de origen: Alemania.
Orígenes: Antiguos molosos romanos.
Creación: Natural, aproximadamente durante el periodo de la
dominación romana.
Reconocido por la F.C.I. - Kennel Club - A.K.C.
De
la ciudad alemana de Rottweil es originaria una de las razas
que han despertado más interés en los últimos tiempos: el
Rottweiler. El equilibrio que gobierna su inteligencia, unido
a su valentía y fiereza, lo han convertido en el perro idóneo
para llevar a cabo las acciones más arriesgadas con un alto
porcentaje de éxito.
HISTORIA
CINOLÓGICA
Las
legiones romanas llevaban consigo grandes rebaños de ganado,
para cuyo gobierno eran necesarios perros diestros en el arte
del pastoreo y de un gran valor y fortaleza para defenderse.
Los antiguos molosos que acompañaron a los romanos durante su
expansión por Europa fueron los antecesores del actual Mastín
Napolitano, además de ser parientes directos del Mastín del
Tibet.
Las diferentes rutas que siguieron los romanos en sus campañas por
Europa llevando consigo a estos grandes molosos llevaron, con
el paso de los años, a la aparición de las diferentes razas
caninas que hoy existen en numerosas regiones y paises
europeos.
Una
de las rutas cruzaba Wurttemberg, en el suroeste de la actual
Alemania, y llegaba hasta la ciudad germánica de Rottweil.
Con el paso de los siglos se fue forjando en aquella ciudad
una raza autóctona extraordinariamente fuerte y poderosa: el
Rottweiler. Se convirtió en el perfecto guardián de los rebaños,
pues no temía en ningún momento enfrentarse a los lobos, los
osos e incluso a los ladrones de reses, visitantes habituales
durante la Edad Media. Tal era su fama que incluso fue
conocido por el nombre de Carnicero
de Rottweil (Rottwell
Metzerhund).
A
pesar de su brillante nacimiento como raza, el Rottweiler pasó
una época de declive, que rozó incluso la extinción
definitiva. Esta ocurrió a fines del siglo XIX, y su punto más
bajo lo alcanzó hacia 1900; a partir de esa fecha se inició
una recuperación muy lenta, aunque firme y efectiva.
Sin
duda el declive no se produjo debido a un fallo relacionado
con la propia raza, sino más bien por causa de la crisis de
mercado, la miseria y la carestía que reinaron durante el fin
de siglo en su país de origen y que repercutieron
directamente en el desarrollo de una raza que requería buena
alimentación.
Durante
la I Guerra Mundial ya aparecieron indicios de la eficacia del
proceso de recuperación. Los mejores ejemplares de perros de
guarda y defensa, entre los que se encontraban los Rottweiler,
fueron utilizados como auxiliares en la guerra, y ninguna otra
raza consiguió superar la fortaleza y fiereza de éstos. La
recuperación de la raza continuó su línea ascendente hasta
ser reconocida oficialmente por el American Kennel Club en
1935.
ASPECTO GENERAL
La
crianza del Rottweiler busca la consecución de un perro de
cuerpo sólido, negro con marcas pardo leonadas bien
determinadas, al que, a pesar de su aspecto imponen, no le
falte nobleza y cumpla como perro de compañía, de guarda y
de trabajo. Es un perro robusto, de cuerno bien musculado y de
talla superior a la media. No es ni pesado ni ligero y no es
tampoco alto ni menudo. Su estatura, de proporciones exactas,
ligeramente alargada; compacta y vigorosa, evoca la fuerza, la
agilidad y la resistencia. Su apariencia refleja la robustez
original; su comportamiento es seguro, poco nervioso y
valiente. La mirada tranquila revela su bondad natural. Es un
fiel vigilante de sus dueños y de sus propiedades y ama a los
niños.
CARACTER
El
carácter del Rottweiler es de un humor amable y apacible, muy
afectuoso, obediente y valiente. Su temperamento y su
necesidad instintiva de movimiento y de actividad son de un
nivel medio. Sus reacciones son duras e intrépidas, aunque se
muestra tranquilo ante las situaciones desagradables.
Sus
órganos sensoriales están bien desarrollados; sus emociones
son controlables y su aptitud para la educación es de las
mejores; pertenece al tipo fuerte, bien equilibrado. Soporta
el dolor con valentía y sin temor.
Como
es un poco desconfiado, de una agresividad media pero muy
seguro de sí mismo, reacciona con calma y reserva a la
influencias de su entorno. Sin embargo, cuando se siente
amenazado sus defensas se ponen inmediatamente en acción y
aflora su instinto combativo y protector, extremadamente
desarrollado. Cuando la amenaza ha cesado,
su ardor
combativo decae con bastante rapidez y recobra su temperamento
apacible. Aunque no tiene pasión por la caza, cobra fácilmente
y está dotado de un buen olfato; es muy resistente y se lanza
gustosamente al agua.
CUIDADOS
Y MANTENIMIENTO
Aunque el
Rottweiler no precisa cuidados especiales para mantener su
magnífica forma física, es recomendable, sobre todo silos
propietarios son inexpertos, una visita periódica al
veterinario. Esta medida preventiva es especialmente
importante durante los primeros meses de vida del cachorro,
pues entonces es el momento de realizar las vacunaciones que
evitarán posibles contagios.
Los
baños no son recomendables para el pelaje del Rottweiler; se
debería limitar el aseo de este perro únicamente al
cepillado. En el supuesto de que el baño sea imprescindible,
deberemos utilizar un champú neutro especial para perros.
El
ejercicio, al igual que la alimentación son elementos clave
en el desarrollo del Rottweiler. En cuanto a la nutrición,
podemos optar entre los piensos preparados para cachorros o
una comida a base de carne, verdura y arroz. El Rottweiler
debe realizar un ejercicio regular que se ajuste
a sus posibilidades, y hay que evitar siempre los
excesos. El Rottweiler adulto, como todo perro de utilidad,
deberá equilibrar su carácter mediante la realización de un
deporte. Son muchos los trabajos para los que el Rottweiler
está capacitado: guarda y defensa, guía de invidentes, perro
policía, etc.
EL CARÁCTER DEL ROTTWEILER
Según
la división de las razas caninas de la F.C.I., el
Rottweiler se encuadra en el Grupo II, sección 2, formada por
los Molosoides, y dentro de éstos pertenece al tipo Dogo. Si
analizamos esta última división, observaremos que el
Rottweiler es la única raza de la cual se puede afirmar a
ciencia cierta que en su origen trabajó con ganado (tal vez
también se podría incluir al Cá de Bou mallorquin).
El
trabajo del Rottweiler se centraba en el ganado bovino y
caballar, siempre unido, a los carniceros. Los perros que
desempeñaban estas funciones (acompañar, controlar y vigilar
a las manadas de novillos y potros que eran llevadas a los
mercados y mataderos) eran los Bouviers. Según esto, el
Rottweiler debería estar junto a razas como el Berner Sennenhund
y demás bouviers suizos (hay tratados que defienden el
parentesco de éstos con el Sennenhund), o también junto al
bouvier des Flandres, el Bouvier des Arclennes y el Australian
Cattle Dog, todos ellos formando un grupo aparte. Es
incomprensible que los tres estén dentro del Grupo 1, pues su
función es y ha sido la misma durante decenios: defender de
los ladrones al ganado, las granjas y a sus propietarios.
El
Rottweiler es una raza dotada de un gran carácter, por su
comportamiento equilibrado y su fuerte agresividad. Su
conducta se basa en dos instintos muy desarrollados, y que el
hombre manipula según sus necesidades, que son la jerarquía
y la territorialidad, además de en una gran seguridad en sí
mismo.
Analicemos
el carácter y la conducta en el adiestramiento, que debe
empezar cuando el perro tenga la capacidad de aprender y también
la paciencia necesaria para dejarse enseñar. En el Rottweiler
es conveniente comenzar lo antes posible pues, debido a su
temperamento, es probable que si se espera mucho se presenten
algunas dificultades. La solución está, pues, en empezar muy
pronto y hacerlo muy lentamente, aunque esto resulta poco
comercial.
El
adiestramiento deberá realizarlo el propietario o un
profesional siempre auxiliado por él. Hay que tener en
cuenta, porque afecta a la relación diaria con la familia,
que el Rottweiler suele escoger un único amo dentro del
grupo, con el cual establece una relación de jerarquía, y no
tolera que se interponga nadie. Esto comporta múltiples
problemas de convivencia, y es muy importante que el miembro
escogido como dueño tenga un dominio total sobre el animal y
ejerza su autoridad, porque de otro modo el Rottweiler
intentará demostrar su posición jerárquica ante los
restantes miembros, con métodos inaceptables, como gruñir o
morder.
El
Rottweiler no es una raza recomendable para cualquier persona,
ya que necesita un perfil de propietario muy particular y
docto en cinofilia. También hay que tener en cuenta que en
esta raza se da un gran dimorfismo sexual, y las hembras son
bastante más (suaves) que los machos.
Otra
importante característica de su carácter es su extremada
desconfianza hacia los extraños, que nace tanto de su marcado
instinto jerárquico como del fervor que demuestra en la
defensa de lo que cree su territorio, en el que es muy difícil
penetrar sin el acoso del animal; todo ello convierte a esta
raza en excepcional para la defensa de fincas.
En
el ataque, el Rottweiler es una raza fuera de lo común. Su
cabeza tiene una relación cráneo-hocico casi perfecta para
la mordida,
con unos maseteros muy desarrollados y el hocico justo para
hacer una palanca que resulte óptima. Es un perro que, debido
a su fuerte agresividad, puede morder al intruso más rudo,
pero no nos engañemos: para que no dude cuando a petición de
su dueño deba lanzarse contra cualquier enemigo, es necesario
preparar antes su carácter dándole confianza en sí mismo y
dotándolo de una total seguridad.
En
resumen: estamos ante una raza excepcional para la defensa, no
indicada para cualquier persona; hay que seleccionar animales
equilibrados, prescindiendo
de los
muy agresivos o excesivamente nerviosos; su ataque es ágil, rápido
y muy duro. En cuanto a la obediencia, no se le puede pedir la
que se le exige a una raza del Grupo 1. Como buen perro,
tampoco se le debe (forzar) en el momento de la presa para que
suelte a su enemigo; es mejor pensar muy serenamente antes de
tomar la decisión de hacerlo atacar.
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