Orígenes
A pesar de su asociación a Gran Bretaña, el
Labrador Retriever llegó allí en 1830 con pescadores de
Terranova que les usaban para ayudarles a extender las redes.
El conde de Malmesbury, que según parece les dió nombre,
compró su primer Labrador en 1870 a un pescador que iba de
Terranova a Poole, Dorset. Una gran conocedora del Labrador
fue la condesa Howe, cuyo perro, Champion Bramshaw
Bob, se convirtió en un campeón en las pruebas de campo
en Gran Bretaña y ganó dos veces el Best in Show en Crufts. Durante un tiempo eran negros. Los Labradores amarillos son ahora muchos
más populares, aunque contemplar en el campo uno negro es un
placer. Desgraciadamente, hay tanta mezcla en los negros que
la belleza de un Labrador negro de pura raza se ve muy poco
fuera de los círculos deportivos y de exposición. Sigue
estando entre los perros más populares. De primera para la
caza y buen nadador, es ideal para combinar el papel de
compañero deportivo y animal de compañía. También es un
valioso competidor en las pruebas de obediencia, tiene muchos
participantes en el ring y trabaja como guía para los ciegos.
Carácter
y cuidados
Exuberante cuando es joven, pero fácil de
adiestrar, el Labrador es bueno con los niños y raramente
parece meterse en problemas. Necesita mucho ejercicio y un
cepillado regular. Se puede tener en casa como animal de compañía
o en una perrera exterior.
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