Orígenes
Únicamente
diferenciado de su homónimo de pelo liso en la talla y el
tipo de pelo, el Drahthaar es también muy popular fuera de su
país de origen, por ejemplo en Italia o España.
Es
una raza de origenes muy recientes, creada artificialmente (en
realidad, descubierta) a partir del Braco Alemán de pelo
liso, con influencias del Stichelhaar
y
de algunos grifones. Estos últimos tan sólo afectaron al
Drahthaar en el tipo de pelo, al que proporcionaron más
aspereza, con menor longitud en la barba y en las cejas que el
Stichelhaar. Su creación data de principios del siglo XX,
aunque su fama actual comenzó al final de la Segunda Guerra
Mundial, cuando fueron descubiertas sus innegables dotes. El
Braco es de talla mediana, de exterior distinguido, color poco visible, con el pelo muy duro que cubre totalmente la piel. De
expresión inteligente; temperamento vivo, fiel y enérgico.
Las proporciones del cuerpo, la musculatura, los tendones y
las articulaciones deben permitirle correr con agilidad y
dotarlo de gran resistencia. Posee un carácter fuerte,
impetuoso y muy inquieto, que unido a sus estimables dotes
como perro de muestra hacen de él el animal idóneo para todo
amante de la caza sin grandes complicaciones. En algunos círculos
de caza está considerado como uno de los mejores perros para
este deporte: como un todoterreno.
El Drahthaar acepta con agrado cualquier misión, por
arriesgada que sea; durante la caza no tiene obstáculos: para
él, no hay matas, ríos, barúzales o espinos que puedan
frenarlo.
Carácter
y cuidados
Esta
peculiaridad también se refleja en el ámbito hogareño,
donde el perro logra, sin apenas esfuerzos, pasar inadvertido.
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