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Origenes
El
Bloodhound o Chien de Saint Hubert es una de las razas de
Hounds más antiguas. Se cree que la llevó a Gran Bretaña
Guillermo el Conquistador en 1066, y la descripción de él
hecha
por el
historiador de perros, doctor Ciaus, en 1553 difiere muy poco
de la del perro que conocemos hoy.
En general se
cree que los antecesores más antiguos del Bloodhound fueron
criados en Austria, en Mesopotamia, alrededor del 2000 al
1000 aC. Algunos de ellos. probablemente fueron llevados a las
regiones mediterráneas por los comerciantes fenicios, y de
allí se extendieron hacia el norte por toda Europa. Una
concentración de Hounds se desarrolló en Bretaña en los
siglos VII y VIII, de donde surgió el Saint Hubert, que se
cree que fue el antecesor directo del Bloodhound.
Tiene el mejor
olfato de todos los animales domésticos. Siendo capaz de
seguir una pista con un día de antiguedad, se le ha usado
para encontrar la pista de gente perdida así como caza, una
vez encontrada su pieza este amable animal no la mata. Para
ayudar a desarrollar sus habilidades, los dueños se hacen de
un Club de Bloodhounds y participan en lo que se llama Hunting
the Clean Boot. Los cachorros aprenden pronto como seguir una
pista empezando por jugar con sus dueños al escondite. Hay
asociaciones de Bloodhounds en muchos países.
Carácter
y cuidados
Bueno
con los niños y muy cariñoso, el Bloodhound es un compañero
ideal para aquellos que tengan el espacio suficiente para
acogerlo, la energía necesario para ejercitarlo, y unos
vecinos que no se opongan a sus ladridos. Se le puede tener
en una casa de tamaño medio siempre que se le proporcione el
ejercicio adecuado, pero está mejor en el medio rural. Debería
ser aseado a diario con una manopla para perros.
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