Orígenes
El
Basenji (que significa “cosa de los arbustos”) viene del
África central y también se le llama perro Zane, perro del
Congo belga, perro de los arbustos del Congo, Terrier Bongo,
Terrier Congo y Terrier Nyam Nyam. Un perro parecido a él está
representado en las tumbas de los faraones y su misma expresión
nos hace intuir sabiduría interior y antiguedad. Usado perro
de caza en su país natal, el Basenji tiene fama por el hecho
de que no ladra, sino que emite una especie de canto, parecido
al tirolés.
Los
investigadores europeos se lo encontraron a mediados del siglo
XIX en el Congo y sur de Sudán y los primeros que llegaron a
Gran Bretaña lo hicieron en 1895. Fueron exhibidos en
Crufts como Terriers del Congo y despertaron un interés
considerable. Desgraciadamente murieron de moquillo antes de
qué se pudiera realizar ningún programa de reproducción,
los que se llevaron más tarde en los años 20 y 30 también
murieron. Entonces , en 1941, se llevaron a Massachusetts dos
cachorros criados en África que sobrevivieron, y se estableció
el Basenji Club of América en 1942. Más tarde Miss Veronica
Tudor Williams fue la pionera de la raza en Gran Bretaña.
Carácter y cuidado.
El
Basenji es juguetón, extremadamente cariñoso, no le gusta la
lluvia y necesita una considerable cantidad de ejercicio. Se
limpia a sí mismo como un gato y no huele a perro, por lo que
frotarlo a diario con una manopla para perros será
suficiente.
En común con algunas otras razas, la hembra entra en celo sólo
una vez al año. Los cachorros pueden ser destrozones si no se
les vigila. Unos buenos amigos que acogieron a un Basenji sin
casa se quejaban frecuentemente de los daños que había hecho
su perrito. Ese período pasó pronto, sin embargo, 15 años más
tarde la familia estaba desconsolada por la muerte de Benji,
su Basenji.
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