Orígenes
Como su reservada expresión oriental nos sugiere, el
Lebrel Afgano es una raza antigua, según la leyenda fue uno
de los animales que estuvieron a bordo del Arca de Noé en los
tiempos del diluvio. Este miembro de la familia Greyhound,
posiblemente relacionado con el Saluki, ha existido
ciertamente durante siglos. Sus ascendientes encontraron el
camino de alguna manera desde su país natal Persia (Irán) a
Afganistán, donde la raza sin duda desarrolló su largo y
lanudo manto para soportar las duras condiciones climáticas.
Su velocidad y resistencia significan que, en su país natal,
era usado para cazar leopardos, lobos y chacales. Es sólo en
Occidente donde se ha convertido en un símbolo de poder
social.
La
primera asociación del Lebrel afgano se formó en Gran
Bretaña en 1926 y, en ese mismo año, fue reconocido
oficialmente por el American Kennel Club. Desde entonces se ha convertido en uno de los perros de exposiciones más
populares y, en años recientes, también se le ha usado como
participante en el creciente deporte de las carreras de
afganos.
Carácter y cuidados
El Afgano es elegante, hermoso y cariñoso y en general tiene buen temperamento aunque no le gustan
las bromas. Es inteligente, en cierta manera reservado y
necesita muchísimo ejercicio. El manto debería ser
aseado con un cepillo de aire y enseguida se enreda sino
se le cuida con suficiente y regular atención.
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