ES
MEJOR UNA DIETA SECA
Al
igual que
en la alimentación canina, hay tres tipos de comida felina:
seca, semiseca y húmeda. Durante anos se ha creído que la húmeda
era la mejor opción para el gato, pues al ser más sabrosa y
contener aproximadamente- un 75% de agua, le resulta mucho más
apetecible. Sin embargo, las tarrinas y latas, una vez
abiertas, tienen las horas contadas y su contenido se
deteriora con facilidad; además, el alimento húmedo
predispone la aparición de sarro. En cambio, el seco contiene
entre un 6 y 10% de agua- no caduca tan pronto y ayuda en la
lucha contra la placa bacteriana. El semiseco (entre 20 y 40%
de agua) apenas se comercializa porque, una vez abierto el
envase, el contenido también se deteriora con rapidez.
COMER
SIEMPRE LO MISMO
?
Sea
cual sea el tipo de alimento elegido (seco, semiseco o húmedo),
éste debe acompañarle durante sus primeros meses de vida,
una vez destetado, claro está. En cambio, si se le acostumbra
al húmedo y luego queremos darle seco, será una tarea casi
imposible, pues una vez que prueba un alimento ya no querrá
tomar otro. De ahí el gran peligro de ofrecerle comida casera
como pollo, pavo, pescado, etc., ya que será tarea de chinos
convencerle para que pruebe una comida húmeda o seca. Peor aún
si se le ofrecen vísceras, una práctica muy habitual que
puede derivar en serios problemas de salud y que le crea tal
dependencia que será prácticamente imposible que tome otro
tipo de alimento.
SU
RACIÓN, NI FRÍA NI CALIENTE
El
gato es uno de los animales más refinados y sibaritas a la
hora de comer, pues nunca se zampará un grano de alimento si
éste acaba de salir de la nevera o está demasiado caliente.
Para satisfacerle, su comida debe estar a temperatura
ambiente.
Ni
muy fría, ni muy caliente.
Y más vale olvidarse de la idea de comprar un cuenco de plástico,
porque lo más seguro es que el felino no se sienta nada a
gusto comiendo de él. Esto ocurre porque el plástico retiene
olores de comida o jabón, y esto desagrada al gato porque, en
cuestiones gastronómicas, siempre rechazará cualquier comida
que huela a rancio, esté estropeada o desprenda cualquier
aroma sospechoso. En cambio, los comederos y bebederos de
acero inoxidable o cerámica son adecuados... y cuanto menos
profundos, mejor.
AGUA,
AUNQUE NO LE GUSTE
La
especie felina no es tan bebedora de agua como la canina, no
porque odien el líquido elemento a muerte, sino porque suelen
satisfacer sus necesidades de hidratación a través de la
comida, sobre todo si ésta es húmeda. Además, no le suele
gustar que el bebedero esté colocado cerca del lugar donde
come; prefiere las gotas de agua corriente que caen del grifo
del baño o la cocina. Pero, en caso de administrarle una
dieta seca, habrá que motivarle para que la beba. ¿Cómo?
Colocando a dos o tres metros de distancia del comedero un
cuenco con agua, también de acero o cerámica, así como dos
o tres más en otros lugares estratégicos de la casa. Por
supuesto,
siempre renovada y fresca.
PROTEÍNAS
Y TAURINA
La
dieta del felino es, eminentemente, carnívora, y debe estar
compuesta de un 45% de proteínas y entre un 10 y 30% de
grasas, en el caso de adultos. Las crías necesitan un 50% de
proteínas y entre un 17 y 35% de grasas. De ahí que sea un
tremendo error administrar una dieta canina a un felino -¡algo
muy frecuente!-, pues los alimentos fabricados para perros
contienen muchas menos proteínas de las que requieren los
mininos. Por último, conviene asegurarse de que el producto
elegido contiene taurina, un aminoácido esencial para el
felino y que no puede sintetizar su organismo.
A
LIBRE DISPOSICIÓN
Al
tratarse de
un depredador -¡le encanta cazar!-, su organismo está
orientado a recibir varias comidas al día y su apetito suele
ser caprichoso... Le gusta comer 8, 10, 14 y hasta 16
veces al día. Por ello, lo ideal es, si se 0pta por una dieta
seca, dejarle la ración a libre disposición y que él coma
cuando le venga en gana; además, no suele haber peligro de
sobrepeso, porque para de comer cuando se siente saciado, algo
que no sucede con los perros. ¿Qué cantidad requiere al día?
En principio, conviene seguir las indicaciones del fabricante,
pero, como regla orientativa, un felino adulto y en
condiciones normales debe ingerir cerca de 60 Kcal. por cada
kilo de peso corporal. Por supuesto, esta cantidad varía en
fases de crecimiento, gestación, enfermedad, etc. Una
advertencia: la comida húmeda no puede dejarse a libre
disposición, se estropea rápidamente.
HIERBAS
O MALTA
Hasta
hace poco, la hierba constituía un elemento esencial en su
nutrición, ya que al ingeriría le ayudaba a regurgitar las
bolas de pelo que tragaba al acicalarse. De ahí que los gatos
de ciudad arremetan contra las plantas de casa -¡cuidado!,
algunas son tóxicas- si no tienen hierba fresca a mano. En
las tiendas especializadas se venden bandejas con semilleros
de avenas, cereales y otras hierbas de fibras duras que le
servirán como "digestivo"... Sin embargo, hay que
mencionar que estos vómitos de hierba y pelo acaban irrítándole
el estómago; por eso, hoy día se venden tubos de pasta de
malta, que sustituyen perfectamente la función de la
hierba... En vez de ayudar a expulsar las bolas de pelo por la
boca, facilitan su tránsito por el aparato digestivo hasta
salir con las heces. Por supuesto, el cepillado periódico del
manto evita ambos métodos.
BUSCA
GARANTÍA DE MARCA
¿Qué
alimento comercial le conviene? No hay problema a la hora de
elegir, pues hoy día existe la seguridad de que el mercado de
alimentos para animales de compañía ofrece una dilatada
lista de buenos y estudiados productos. En la actualidad hay
un nutrido grupo de fabricantes especializados en alimentación
felina que comercializan alimentos equilibrados y en variados
sabores: pollo, pavo, pescado, cordero... suelen ser la base
proteínica de sus productos, tanto en versión seca como húmeda.
Royal Canin, Hill's, Eukanuba, Zac, Viandas, Whiskas,
Friskies, Purina... son algunas de las marcas con más
experiencia dentro del sector felino.
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