Gallinas
o Codornices ?
Algunos
puntos de comparación:
1000
codornices ocupan el espacio de 100 gallinas.
Tres
huevos de codorniz equivalen a 1 de gallina.
Una
codorniz pone un huevo cada 22 horas, la gallina lo pone con
un lapso de 26
horas.
Un
huevo de codorniz pesa 1 gramo, el de gallina 57 gramos.
Para
una docena de huevos de codorniz es necesario 300 gramos de
alimento; para una docena de huevos de gallina requiere 2.2
kilos.
El
huevo de codorniz tiene 0.7% de colesterol, el de gallina
7%.
La
postura de la codorniz es constante y pareja durante todo el
año, la gallina sufre períodos de baja postura.
Las
codornices no son atacadas por enfermedades
infectocontagiosas, las gallinas sí.
La
postura de la codorniz se produce en la mañana, la gallina
en la última hora del día.
La
codorniz se encuentra madura comenzar a poner huevos a los
42 días; la gallina en cambio a los 58.
Una
sola persona puede fácilmente encargarse de un criadero de
codornices; en lo referente a gallinas, hacen falta al menos
dos.
Las
Instalaciones Necesarias
Para lograr una buena crianza la elección
del lugar es lo más importante. Es aconsejable
reacondicionar lugares o aprovechar espacios que antes
tuvieron otro uso. Resultan ideales los tinglados con
posibilidades de cerramiento, galpones o habitaciones.
Cuando se instala el cobertizo de alojamiento, deben tenerse
en cuenta ciertas condiciones de luminosidad, ventilación y
humedad.
Recordar: El reflejo de la luz del sol
estimula la fijación de calcio en los huevos.
El terreno para ubicar la granja debe
estar lo más alejado posible de casas de habitación, de
otras granjas y de futuros centros urbanísticos, turísticos,
etc., para evitar, entre otras cosas, el contagio de
enfermedades entre animales y hacia el ser humano.
En todo momento es necesario disponer
de electricidad y de una buena fuente de agua potable, para
llenar las necesidades fisiológicas de las aves y de la
limpieza de los galpones y equipo.
El tipo y calidad de construcción de
un galpón, depende de las condiciones climáticas del
lugar, de la finalidad de la producción y de los medios
económicos con que se cuente.
El galpón debe ser construido en
lugares secos, terrenos bien drenados, y preferiblemente en
sitios donde el sol penetre varias horas durante el día
y esté protegido de fuertes corrientes de viento.
Para el buen funcionamiento de la
granja es necesario que los galpones tengan amplios aleros,
especialmente en zonas húmedas; buena ventilación,
acondicionamiento para los bebederos, comederos, nidos, luz
eléctrica, fuente permanente de agua potable y una buena
cubierta de piso.
La construcción ideal de un galpón
debe tener un zócalo o pared de bloques de concreto con un
mínimo de 60 a 80 cm de altura, sobre el cual se coloca los
horcones de madera o "perlings" de 1,20 m; para
una altura total de 1,80 m, desde el piso hasta la solera.
El espacio abierto de la pared se forra con malla metálica
(tipo ciclón o soldada), con huecos de unos 2,5 cm.
El piso de tierra se puede apelmazar y
ser utilizado en esta forma, aunque por razones sanitarias
es preferible chorrear una capa con concreto, de un espesor
(5 a 6 cm) que no se quiebre con facilidad y dure muchos años,
y que además permita efectuar una buena lavada. El material
más recomendable para la cubierta del techo es el zinc
corrugado, por su mayor durabilidad y facilidad de colocación;
no obstante se puede usar cualquier otro producto como tejas
de barro, fibrocemento, etc.
El tipo de galpón se debe ajustar a la
actividad (crianza/desarrollo o crianza/producción de
huevos) y al número de animales que se desea tener. Cuando
el galpón tiene más de seis metros de ancho, se recomienda
el techo de dos aguas, para que no sea muy alto y porque le
brinda mayor protección al impedir la entrada de lluvia y
viento.
Las dimensiones del galpón dependen básicamente
del número de animales que se desee tener, de la topografía
del terreno y de los materiales disponibles. Si no se tienen
los conocimientos básicos de construcción, es mejor
consultar con algún técnico o constructor, quien le pueda
dibujar el plano del galpón y hacer el presupuesto
respectivo. Lo lógico en todo caso, es que no haya
desperdicio de materiales, como cortar lo menos posible la
madera, perlings o las láminas de zinc. Hay que tratar de
utilizar la mayoría de los materiales en las mismas
dimensiones en que se comercializan. En zonas de clima
caliente se deben alojar unas cinco gallinas por metro
cuadrado, mientras que en clima frío se puede tener una
densidad de seis o siete aves por metro cuadrado.
La instalación de jaulas decide el éxito,
la mediocridad y hasta el fracaso de manejo de la crianza y
explotación de criaderos de pequeños animales como por
ejemplo las codornices, chinchillas o conejos, etc.
Las jaulas están construidas con
materiales tan resistentes como el acero y el hierro
galvanizado. el enrejado es vertical y en el frente se
encuentra una puerta accionada por resortes que permite una
absoluta comodidad al manipular las aves. El piso también
compuesto por una reja metálica, posee un decible del uno
por ciento para lograr que los huevos se deslicen hasta el
sostén exterior de cada compartimiento.
Las dimensiones de las jaulas están
normalizadas de manera tal que puedan ser ubicadas una
encima de otra como si fueran baterías. en cada unidad lo
ideal es albergar cómodamente veinte animales ya que
las medidas son 1.20 mts. de largo por 80 cm de ancho y 40
cm de alto. Una batería compuesta por 6 jaulas (llamadas
BOC) puede ubicarse fácilmente en una superficie de 1.50
mts. cuadrados y representan un valor de 990$.
Estas jaulas poseen características
standart que permiten su transporte, instalación modular
inmediata y un manejo simple y cómodo de las aves. Están
diseñadas especialmente para que el alimento y los
excrementos no tengan contacto entre sí. Poseen además
sistemas de bebederos automáticos que se conectan a una red
de agua corriente.
El
Cuidados de los huevos
Es muy importante el tratamiento que
reciban los huevos destinados a la incubación. Es menester
tratarlos con delicadeza por la facilidad de su ruptura,
además deben retirarse de las jaulas al menos dos veces por
día. En épocas de calor es conveniente realizar la
recolección de los huevos 3 o 4 veces al día.
La codorniz japonesa, al contrario de
lo que ocurre con la gallina, pone más huevos en las últimas
horas de la tarde y en las primeras de la noche.
Los huevos destinados a la incubación deberán ser
mantenidos en ambientes frescos y limpios, a una temperatura
aproximada de 15º C y con un 75 por ciento de humedad
relativa.
El tema de la temperatura es algo
complejo. A veces huevos que llevan dos o tres días de
puestos al incubarse sólo brindan un 20 por ciento de
pollitos. Posiblemente esto se deba a que en algún momento
antes de ser introducidos en la incubadora hayan estado
expuestos a altas temperaturas provocando que el proceso del
huevo comenzase con anticipación causando la muerte del
embrión. Lo ideal es poseer un sala de incubación con cámara
de conservación de huevos pero, en general, los criadores
de codornices no cuentan con estas comodidades, en
consecuencia, debemos tener más cuidado y estar muy
atentos.
No es conveniente que los huevos que
entran en la incubadora tengan más de siete días de
postura ya que a medida que transcurren los días disminuye
el porcentaje de nacimientos reduciendo las posibilidades de
mantenerse en el pretendido promedio del 80 por ciento. De
no realizar el manejo adecuado existe una mortalidad de
embriones que se presenta principalmente, a los tres días
de introducir los huevos en la incubadora y poco tiempo
antes de producirse la eclosión. Son muchos los factores
que inciden sobre la fertilidad e incubabilidad de los
huevos, como la relación entre sexos, la edad de los
reproductores y las condiciones de crianza.
Tener en el plantel un macho cada tres
hembras es una relación adecuada para obtener una
fertilidad aceptable. También la luz, la temperatura, el
espacio, la de los animales, el despicado, peso de los
huevos, los períodos de almacenamiento previos a la
incubación, las condiciones de cría, etc., son factores
que inciden, en mayor o menor grado, sobre la fertilidad.
Los machos pueden dejarse
permanentemente con las hembras. La ventaja de este manejo
es el máximo de fertilidad posible del plantel y la
desventaja, el aumento del picaje, la agresividad del macho,
el desplume, etcétera.
Alimentación
adecuada
Un buen alimento es aquel en que están
presentes todos los nutrientes en las proporciones
necesarias para que las aves se desarrollen y produzcan
huevos. La deficiencia de un nutriente puede retardar el
desarrollo, disminuir la postura y hasta puede provocar
susceptibilidad a enfermedades.
Los nutrientes pueden dividirse en seis
clases: agua, hidratos de carbono, proteínas, grasas,
vitaminas y minerales. es conveniente recordar cuál es la
diferencia que existe entre un alimento simple y otro
balanceado. Así por ejemplo, el grano de maíz es un
alimento simple pues no contiene la proporción suficiente
de todos los nutrientes que permiten a una gallina producir
huevos en forma continua. Este cereal es rico en hidratos de
carbono y pobre en proteínas, vitaminas y minerales.
Para compensar estas deficiencias se
deben agregar otros alimentos simples, ricos en proteínas
como la harina de soja, de girasol y harina de hueso y
conchilla que aportan calcio y fósforo. Del correcto
mezclado de distintas proporciones de alimentos simples se
obtiene el alimento balanceado.
Posibles
Enfermedades
Bronquitis infecciosa
|
Agente causal
|
Esta enfermedad es causada por un virus (coronavirus), el
cual afecta sólo a pollos y gallinas.
|
Síntomas
|
Se producen ruidos respiratorios típicos de la enfermedad,
tanto en aves jóvenes como en adultas, incluyendo
jadeos, estertores (debido a la mucosidad de la tráquea),
tos, secreción nasal y ojos llorosos. Basándose
solamente en los síntomas respiratorios, es difícil
diferenciarla de la enfermedad de NewCastle. A
diferencia con la enfermedad de NewCastle, la
bronquitis nunca presenta síntomas nerviosos y la
mortalidad es menor, la producción de huevo aunque
también se afecta, nunca baja hasta cero, la
calidad del huevo se altera durante más tiempo y
las aves tardan más en normalizar la postura.
|
Transmisión
|
La enfermedad se transmite fácilmente por medio del aire y
cualquier otro medio mecánico. La bronquitis
generalmente afecta a todo un lote de aves en forma
simultánea, completando su curso respiratorio en
10-15 días.
|
Tratamiento
y control
|
No existe un tratamiento específico y una vez que se
presenta es difícil de controlar. Se puede producir
inmunidad rápidamente mediante la aplicación de la
vacuna. La vacuna de las cepas Connecticut o
Massachusetts atenuadas, solas o en combinación,
pueden aplicarse desde el primer día de nacidas.
|
Cólera aviar
|
Agente
causal
|
Es una enfermedad muy contagiosa de los pollos, pavos y
otras aves. Es causada por una bacteria llamada
Pasteurella multocida.
|
Síntomas:
Puede presentarse en tres formas:
|
En la forma aguda, el cólera aviar ataca todo el cuerpo,
afectando a gran cantidad de animales y causa una
mortalidad elevada. Gran cantidad de las aves dejan
de comer y beber, perdiendo peso en forma rápida;
pudiendo presentarse diarrea de color amarillo
verdoso y una marcada caída en la producción de
huevos. Puede ocurrir parálisis debido a las
inflamaciones de las patas y dedos.
|
En la forma sobreaguda, produce la muerte súbita de
animales aparentemente sanos. El ataque es tan rápido
que el mismo avicultor puede no notar que está ante
un brote de la enfermedad.
|
En ocasiones puede adoptar la forma crónica, en la que la
enfermedad se localiza, provocando inflamaciones en
la cara y barbillas de las gallinas. Las barbillas
pueden tomar un color rojo vino y sentirse calientes
al tacto. El
cólera por lo general no se presenta en pollos jóvenes,
pero sí en los pavos.
|
Transmisión
|
Los desechos físicos de las aves enfermas contaminan el
alimento, agua y la cama, infectándose así los
otros animales sanos. También pueden infectarse
cuando las aves sanas picotean los cadáveres de
animales que padecieron la enfermedad. El brote se
presenta entre los cuatro y nueve días después de
contraída la infección.
|
Tratamiento
y control
|
Para
su tratamiento se ha recomendado el uso de sulfas,
como la sulfaquinoxalina. Otros productos como
enrofloxacina y fosfomicina se recomiendan para el
tratamiento de esta y otras enfermedades
respiratorias.
Para
controlar la enfermedad se recomienda eliminar
pronto los cadáveres, con el fin de no sean
consumidos (canibalismo) por las otras aves. Se debe
hacer una limpieza y desinfección total de las
instalaciones y equipo. La aplicación de bacterinas
es aconsejable en la mayoría de las zonas donde
exista un alto grado de riesgo de que se presente un
brote.
|
Coriza infecciosa
|
Agente
causal
|
Esta enfermedad es producida por una bacteria llamada
Haemophilus gallinarum.
|
Síntomas
|
Entre los primeros síntomas se presentan estornudos,
seguidos por una supuración maloliente e inflamación
de los ojos y senos nasales. Conforme avanza la
enfermedad, el exudado se vuelve caseoso (como
queso) y se acumula en los ojos; produciendo hinchazón
y en muchos casos hasta la pérdida de los ojos. El
problema se puede acelerar o agravar cuando se
presentan cambios bruscos de las corrientes de aire,
de temperatura, humedad, o por la desparasitación y
vacunación. Generalmente disminuye el consumo de
alimento y la producción de huevos.
|
Transmisión
|
La enfermedad se puede transmitir de un animal a otro y de
una parvada a otra por contacto directo, por medio
de las partículas de polvo que mueve el aire entre
galerones o por medio de las personas que cuidan de
los animales.
|
Tratamiento
y control
|
El mejor control es mediante la prevención, criando nuevos
lotes de pollitas en galpones alejados de las aves
viejas o de aquellas sospechosas de ser portadoras
de la enfermedad. No existe un tratamiento específico,
aunque se recomienda el uso de antibióticos para
evitar posibles infecciones secundarias.
Se puede aplicar antibióticos como la estreptomicina por vía
intramuscular en una dosis única de 200 miligramos
por polla o gallina, o de 300 a 400 miligramos por
gallo. La eritromicina en el agua de bebida, en
dosis de 0,5 g/galón (3,785 l) durante siete días,
o en el alimento a razón de 92,5 g por tonelada,
durante 7 a 14 días.
|
Encefalomielitis aviar
|
Agente
causal
|
La enfermedad es causada por un "enterovirus" del
grupo de los picornavirus. Generalmente afecta a
aves entre la primera y tercera semana de edad y a
las adultas durante el período de postura.
|
Síntomas
|
Los síntomas se presentan con más frecuencia en animales
jóvenes, al manifestar un caminar vacilante,
incoordinación y hasta parálisis parcial o total.
A medida que aumenta la incoordinación muscular,
las aves tienden a sentarse sobre los tarsos
(talones), empeorando hasta que ya no puedan
caminar. Al manipular estas aves, se puede sentir
los temblores rápidos del cuerpo.
|
Transmisión
|
La encefalomielitis se transmite principalmente por medio
de los huevos de aves infectadas; aunque no se
descarta la posibilidad de propagarse en forma
directa o por medio de las heces.
|
Tratamiento
y control
|
No existe tratamiento curativo y se recomienda el
sacrificio de los animales jóvenes afectados. Los
reproductores vacunados después de las 10 semanas
de edad transmiten la inmunidad a la progenie por
medio del huevo.
|
Enfermedad respiratoria crónica (aerosaculitis)
|
Agente
causal
|
Es causada principalmente por Mycoplasma gallisepticum,
aunque también se ha encontrado Escherichia coli.
|
Síntomas
|
Los primeros síntomas se asemejan a los producidos por las
enfermedades de New Castle y bronquitis infecciosa,
tales como dificultad al respirar, mucosidad nasal y
estertores de la tráquea. Con frecuencia se
encuentra un material blancuzco y espumoso en la tráquea
y sacos aéreos. En los casos avanzados de la
enfermedad se puede apreciar el hígado y corazón
cubiertos por un exudado de color blanco o amarillo.
El curso de la enfermedad es lento.
|
Transmisión
|
La enfermedad se transmite por contacto directo, de una ave
a otra o por medio de las partículas de polvo que
lleva el viento de un galpón a otro. El problema
principal es que las gallinas pueden transmitir la
enfermedad a sus hijos por medio del huevo.
|
Tratamiento
|
Aunque el tratamiento con antibióticos específicos da
resultados satisfactorios, económicamente hablando,
lo mejor es su control mediante la eliminación de
los animales enfermos. Las pruebas serológicas
permiten detectar las reproductoras positivas a
nivel de granja, con lo que se puede ofrecer aves
libres de esta enfermedad. Los huevos fértiles podrían
tratarse con antibióticos como el tartrato de
tilosina, para eliminar los microorganismos de M.
gallisepticum.
El glutamato de eritromicina en concentraciones de 2 g/galón
de agua durante tres días ha reducido notablemente
la infección. El tartrato de tilosina se emplea con
muy buenos resultados en dosis de 0,5 g/l de agua,
durante 2-3 días, dependiendo de la infección.
|
Gumboro o bursitis
|
Agente
causal
|
Esta enfermedad es causada por un birnavirus, el cual es
muy resistente a las condiciones ambientales
desfavorables, por lo que se dificulta su erradicación
de las granjas infectadas.
|
Síntomas
|
Muchas veces, el primer síntoma de la enfermedad de
Gumboro o Bursitis es un ruido respiratorio. Otros síntomas
que se pueden apreciar son decaimiento, plumas
erizadas, temblores, diarreas acuosas y postración.
Los brotes ocurren con más frecuencia cuando las
aves tienen de 3 a 8 semanas de edad. La mortalidad
por lo general no sobrepasa el 10% y en una segunda
infección del mismo lote, la mortalidad es aún
menor. La Bolsa de Fabricio (ubicada sobre la
cloaca), se encontrará inflamada y su tamaño puede
ser dos o más veces su tamaño normal. En animales
sanos, la Bolsa de Fabricio es más pequeña que la
vesícula. En los casos crónicos, la bolsa será más
pequeña (se atrofia), por lo que la respuesta a la
vacunación es menor, aumentando la susceptibilidad
a otras infecciones.
|
Transmisión
|
La enfermedad es muy contagiosa y se transmite por contacto
directo de las aves, de sus excrementos; o por medio
del equipo y ropa de los operarios.
|
Tratamiento
|
Todavía no se conoce un tratamiento adecuado. La prevención,
de las reproductoras y las aves jóvenes, mediante
la vacunación es el mejor control de la enfermedad.
El método más eficaz para controlar la enfermedad
de Gumboro es la de inducir una alta inmunidad a las
madres, la cual es transmitida a sus hijos por medio
del huevo.
|
Influenza aviar
|
Agente
causal
|
Al igual que otros virus de la influenza aviar, pertenecen
a la familia Orthomyxovridae. Todos los virus de la
influenza que afectan a los animales domésticos son
del grupo "A". Los otros grupos
"B" y "C" afectan sólo al ser
humano; sin embargo el tipo "A" es el que
origina generalmente las epidemias más importantes
en el hombre.
|
Síntomas
|
Las infecciones causadas por Influenza Aviar Altamente Patógena
(IAAP) dan como resultado una marcada depresión,
plumas erizadas, inapetencia, sed excesiva, caída
en la producción de huevo y diarrea acuosa. Esta última
es de un color verde brillante, modificándose a
casi totalmente blanca.
Las aves adultas con frecuencia presentan inflamación de
las barbillas y crestas, además de edema alrededor
de los ojos. A menudo se encuentran las puntas de
las crestas con un color cianótico o morado. Los últimos
huevos puestos después de iniciado el brote, por lo
general son sin cascarón. Los síntomas
respiratorios pueden o no ser un factor
significativo de la enfermedad, debido a la gravedad
de la lesión en la tráquea y a la acumulación de
mucosidad. La mortalidad y morbilidad, de hasta un
100%, puede presentarse durante las primeras 24
horas y prolongarse hasta una semana o más; aunque
algunos animales gravemente afectados podría
recuperarse.
Esta enfermedad puede confundirse fácilmente con New
Castle o con enfermedades agudas bacterianas como el
cólera aviar.
|
Transmisión
|
Se cree que las aves acuáticas migratorias son
generalmente las responsables de introducir el virus
en los pollos y gallinas. Las investigaciones
indican que el virus se extiende de unas a otras por
medio del movimiento de las aves infectadas, equipo,
cartones para huevo o camiones con alimento
contaminado y por medio del agua contaminada con
secreciones y por vía aérea o aerosol, cuando
estornudan los animales infectados.
|
Tratamiento
y control
|
Las vacunas inactivas en aceite han demostrado ser
efectivas, tanto para reducir la mortalidad como
para prevenir la enfermedad.
El tratamiento con hidrocloruro de amantadina ha sido
aprobado para uso en humanos desde 1966 y es
efectivo para atenuar la severidad e incidencia de
Influenza Aviar. Puede administrarse por medio del
agua de bebida.
No existe evidencia que justifique inquietud alguna de que
los virus aviares sean una amenaza para los humanos.
|
Enfermedad de Marek
|
Agente
causal
|
La enfermedad es causada por un virus herpes.
|
Síntomas
|
En pocas ocasiones ocurre que algunos animales mueren sin
presentar los síntomas característicos de la
enfermedad; sin embargo, en la mayoría de los casos
la afección se presenta en los nervios ciáticos,
lo cual les produce cierto grado de parálisis de
las patas y alas. En casos avanzados se ve a los
animales caídos con una pata estirada hacia
adelante y la otra hacia atrás, y una de las alas
caídas, como tratando de apoyarse en ella. Como
parte del complejo de leucosis, también se puede
observar tumores en el hígado, pulmones, riñones,
ovarios, ojos y en otros órganos.
Debido a la parálisis de las patas, los animales no pueden
movilizarse hasta los comederos y bebederos, por lo
que gradualmente pierden peso hasta que postradas en
el suelo, mueren por inanición. Los músculos de la
pechuga se reducen casi por completo, palpándose
sin carne el hueso del esternón o quilla. Los síntomas
aparecen generalmente después de las 15 semanas de
edad; siendo la mortalidad superior al 50 % en lotes
de aves no vacunadas.
|
Transmisión
|
La transmisión del virus se lleva a cabo principalmente
por medio de las escamas que se desprenden de los
folículos (raíz) de las plumas, las cuales se
transportan por el viento. Estas escamas se adhieren
a las partículas de polvo que se acumula en las
paredes y cedazo de los gallineros, donde puede
sobrevivir por más de un año en esas condiciones.
De ahí la importancia que tiene la sanidad en las
instalaciones, por lo que se debe sacudir los
cedazos con frecuencia.
|
Tratamiento
y control
|
Hasta el día de hoy no se conoce ningún tratamiento
contra la Enfermedad de Marek. Su control se realiza
mediante la vacunación de todos los animales, por
la vía subcutánea en dosis de 0,2 ml, durante las
primeras 24 horas de vida. Esta vacuna protegerá a
las aves durante toda su vida. La vacuna debe ser
aplicada a las aves recién nacidas antes de que
salgan de la planta de incubación.
|
New
Castle
|
Agente
causal
|
La enfermedad de New Castle es producida por un
paramyxovirus. Aunque se conoce solo un serotipo del
virus, se han aislado diferentes cepas, que se
clasifican de acuerdo a su virulencia o la velocidad
con que pueda matar al embrión. La cepa
"lentogénica" (La Sota) es la que tarda más
tiempo en matar el embrión, la "mesogénica"
(B1 y Roakin) es la cepa intermedia, y la
"velogénica" (Kansas) la cepa más patógena
y que toma menos tiempo en matar el embrión.
Actualmente el país se encuentra libre de esta enfermedad
y así fue declarado por el Departamento de
Agricultura de Estados Unidos de América (USDA).
|
Síntomas
|
Los primeros síntomas son problemas respiratorios con tos,
jadeo, estertores de la tráquea y un piar ronco,
siguiendo luego los síntomas nerviosos característicos
de esta enfermedad; en que las aves colocan su
cabeza entre las patas o hacia atrás entre los
hombros, moviendo la cabeza y cuello en círculos y
caminando hacia atrás.
La mortalidad puede ser mayor al 50 % en animales jóvenes,
en ponedoras, aunque no es tan alta, aparecen los síntomas
respiratorios y la producción de huevos baja a cero
en uno o dos días. La producción se recupera unas
seis semanas después, pero se encontrarán huevos
con la cáscara delgada y deforme, y algunos hasta
sin la cáscara. En los animales afectados con New
Castle se puede observar a veces una diarrea verdosa
que indica la falta de ingestión de alimentos.
|
Transmisión
|
Esta enfermedad es muy contagiosa y se transmite por medio
de las descargas nasales y excremento de las aves
infectadas.
|
Tratamiento y control
|
No existe ningún tratamiento efectivo contra la enfermedad
de New Castle. El único control se logra mediante
la vacunación, la cual se repite varias veces
durante la vida del animal. Se recomienda como norma
general, la primera vacunación a los cuatro días
de nacidas con la Cepa B1 del tipo suave, luego se
continúa a las cuatro y doce semanas con la Cepa La
Sota. De aquí en adelante se vacunará cada tres
meses con la Cepa La Sota. Para facilidad de
aplicación, cuando son lotes grandes de aves, se
recomienda hacerlo por medio del agua de bebida, en
cantidad suficiente como para que la puedan consumir
en unos 15-20 minutos. Como estabilizador, al agua
se le debe agregar leche descremada en polvo, a razón
de una cucharada por galón.
|
Viruela aviar
|
Agente
causal
|
Es producida por el virus (Borreliota avium), el cual se
disemina muy lentamente. En nuestro medio rural se
le conoce como "bubas" y
"pepilla".
|
Síntomas:
La viruela aviar se presenta en dos formas:
|
La forma húmeda o diftérica, afecta las mucosas de la
garganta, boca y lengua, provocando la formación de
úlceras o falsas membranas amarillentas; y
|
La forma cutánea o seca, que produce costras o granos en
la cresta, barbillas y cara.
A pesar de que la forma cutánea es la más frecuente; la
forma húmeda produce una mortalidad más inmediata.
En brotes severos, los animales se ponen tristes,
dejan de comer y bajan de peso. Los síntomas
característicos de las pústulas o granos de la
cara y cresta así como los parches amarillos necróticos
de la garganta y boca son difíciles de confundir.
Estos parches necróticos en la boca, conocidos en
nuestro país como pepilla, y los granos de la cara
no se deben de eliminar, pues al quitarlas dejan úlceras
sangrantes y se aumenta el contagio a otros animales
sanos.
|
Transmisión
|
El virus se transmite por contacto directo, de un animal a
otro o por medio del alimento o agua de bebida. Los
zancudos u otros insectos que chupan sangre podrían
ser transmisores de esta enfermedad entre aves y
galerones. Los animales que han padecido la
enfermedad y se recuperan, quedan como portadores
del virus, por lo que se recomienda eliminarlos o al
menos no mezclarlos con animales más jóvenes y
sanos.
|
Tratamiento
y control
|
No existe ningún tratamiento efectivo, aunque se
recomienda el uso de antibióticos con el objetivo
de evitar infecciones secundarias. El uso de la
vacuna es una práctica común entre los
avicultores, quienes lo hacen de rutina por su bajo
costo y facilidad de aplicación. Se recomienda
revacunar cuando algún animal aparezca con los síntomas
descritos.
Para evitar brotes severos de la enfermedad, se debe
vacunar de inmediato a todos los animales que no
muestren los síntomas característicos; sin
embargo, una vez que se manifieste alguno de ellos,
no es aconsejable vacunar, ya que una fuerte reacción
a la vacuna les podría ocasionar la muerte.
|
|