El
origen del Lizard no es conocido exactamente, pero se supone que
tiene una antiguedad de unos 400 años. Se sabe que fue introducido
en Inglaterra por hugonotes franceses en su exilio como consecuencia
de las persecuciones religiosas llevadas a cabo por la Inquisición
a finales del siglo XVI y principio del XVII. Las noticias que tenemos
lo sitúan en los Condados de Nottingham y Lancashire. En la obra de
Thomas Hope, editada en Londres en 1762 con el título “The
Birdfanciers Necessary Companion” ya se hace mención especial del
Lizard.
Los
ingleses siempre han reinvindicado el honor de haber perfeccionado
la raza y este mérito está perfectamente justificado. No en vano
los criadores ingleses han tenido una enorme capacidad para la
creación de muchas razas de Postura lisa. Se ha demostrado que ya
en aquella época eran consumados maestros en el difícil cometido
de estabilizar y desarrollar las especies por medio de la cría en
consanguinidad.
Mucho
se ha escrito en relación a que si el Lizard era producto de una
mutación de el canario común o de una hipotética hibridación,
que algunos citan como posible con el Pardillo Sizerin asiático. Se
hace muy difícil llegar a una conclusión en ambos casos. La mutación
por las especiales características del Lizard y la hibridación por
las grandes dificultades que supone mantener en cautividad al
Pardillo Sizerin, ave que habita en las montañas del norte de Asia
a alturas nunca inferiores a los 800 metros. Muchos lo han
intentado, pero hasta la fecha nadie lo ha logrado. Mi opinión
personal al respecto se inclina por la mutación y posterior selección,
después de muchos contactos mantenidos con especialistas en
hibridación, genética y escritores.
El
Lizard estuvo al borde de la extinción como consecuencia de la
Segunda Guerra Mundial. Su pariente más cercano, el London Fancy,
desapareció y no ha sido posible su reconstrucción.
Gracias
a la “Lizard Canary Association” fundada en 1945 por Robert
Yates y un reducido grupo de aficionados, con sólo una docena de
parejas lograron la supervivencia de la raza y su posterior difusión
en todo el mundo. Cada año va en aumento la participación del
Lizard en las exposiciones en 1998: Campeonato de España 121,
Exposición Internacional de Reggio Emilia 128, Campeonato Mundial
en Zutphen 207.
Los
partidarios del Lizard, entre los que me encuentro, estiman y no les
falta razón, que se trata de uno de los canarios más bellos y
significativos de todos los tiempos. Posee unas particularidades que
no se encuentran en ningún otro canario. Es el único que pese a su
antiguedad, jamás ha sufrido ninguna alteración en sus características.
El
Lizard nunca ha sido un canario de masas, la imposibilidad de fijar
la corona y la decoloración de sus plumas malánicas a partir del
segundo año, lleva a la mayoría de los criadores a desistir.
|